El postre preferido de muchos FLAN DE MANGO ( sin huevo y sin horno ). Si te gusta dinos HOLA y dale a Me Gusta MIREN…

Carameliza el molde que prefieras, ya que al no tener que darle cocción nos servirá cualquiera.

Puedes utilizar caramelo líquido envasado o hacerlo tú mismo.
Yo prefiero lo primero, ya que es más cómodo, limpio , .. y además no corres el riesgo de que si te queda demasiado claro se cristalice o si te pasas haciéndolo amargue. Tan sólo tienes que calentarlo unos segundos al micro a baja potencia ( si el recipiente es apto ), para hacerlo más líquido y así poder impregnar las paredes inclinando el molde. Si fuera metálico, introduce en otro recipiente con agua bien caliente hasta que veas que se pone bien fluido.
Si prefieres hacerlo tu mismo, añade a una sartén antiadherente unas 4 cucharadas de azúcar y un poco de agua. Deja que empiece a hacer pompas y remueve entonces con la misma sartén hasta que tenga un tono oscuro, pero como ya te he dicho antes no te pases demasiado.

En un cazo calienta sin que llegue a hervir el vaso de leche, los dos tipos de azúcar y el mango troceado.

Mientras tanto pon en remojo las hojas de gelatina en agua fría.

Cuando el contenido del cazo esté caliente añade las hojas de gelatina exprimidas con las manos y remueve unos segundos ( se disuelven en seguida ).

Retira el cazo del fuego y tritura bien con la batidora.

Incorpora la nata y remueve con ayuda de una espátula o cuchara hasta que veas que se ha integrado con el resto de la mezcla.

Vierte todo al molde, pasando por un colador por si quedan restos de mango.

Una vez templado, deja enfriar en la nevera o refrigerador unas 4-5 horas si es un molde grande y si los moldes son individuales lo tendrás listo en menos tiempo.

Si utilizas un molde de silicona, coloca un plato debajo para facilitarte el traslado a la nevera sin que se deforme; .. y desmolda haciendo un poco de presión con los dedos desde los bordes hacia el centro por todo el contorno.
En otros moldes pasa un cuchillo fino por los bordes.

Coloca el plato o fuente donde vayas a servir, al revés encima del molde y voltea con decisión.